A veces se me hace difícil definir, encontrar las palabras para expresar. A veces se me hace difícil poder describir cuál es el objetivo de mi trabajo. La esencia de lo que quiero transmitir a las personas respecto a cómo voy a enfocar mi trabajo con ellos, para que puedan acompañar a su perro.
Y sin querer me doy cuenta de dos cosas; una es que esta forma de trabajo no es algo así sin más que se elija cómo por capricho. Esta forma de trabajo implica los valores de una misma, la visión de la vida, el enfoque, las creencias… es una parte más de una filosofía de vida, que siempre se puede pulir más porque creo que en cierta manera la mayoría podemos ser incongruentes (a veces), con nuestros actos si tenemos en cuenta lo que pensamos y sentimos.
Por otra parte, que cuando te encuentras en el camino con enfoques que encajan con el tuyo te enganchas y que te puedes encontrar con palabras que pueden expresar exactamente aquello que tenías en la punta de la lengua pero que no eras capaz de descifrar.
Ángeles Martín, en su libro «Manual práctico de la Terapia Gestalt» hace las siguientes afirmaciones que me generan una inmensa sonrisa:
«Esta terapia no trata de ajustar ni adaptar a la gente a la sociedad, sino a ajustarse a uno mismo, ayudándolo a descubrir su propia forma de existir, su humanidad, su ser más íntimo y verdadero, y, por tanto, a sentirse más cómodo con su propia existencia y con su cuerpo»
«No consiste en adaptar al individuo a la sociedad, sino en acompañarle a que encuentre una vida más plena y acorde con lo que él es y puede llegar a ser»
Esto, exactamente esto es mi objetivo en mi trabajo. Hacer entender a las personas que ningún individuo tiene que «encajar» en la sociedad tal y cómo se espera de él. Olvidarnos de los clichés y estándares y ser conscientes que cada perro, cómo cada persona es un mundo. Que cada uno es maravilloso cómo es, que está en nuestras manos abrir mente tomar consciencia de esto que además considero que es nuestra responsabilidad, cómo personas conscientes de introducir un perro en nuestras vidas, es primordial tener claro esto para poder acompañarle y disfrutar con él y de él tal y cómo es.
Si consideramos que no vamos a poder llegar a ser conscientes de esto o no seremos lo suficientemente responsables de poder asumir esto, yo aconsejo abstenerse de introducir un perro en nuestra vida.
Deja un comentario